Ciencia Propia

Bases para la ruina de la ciencia y la tecnología argentina

Cómo afectaría a la ciencia y al desarrollo nacional la aprobación del proyecto de Ley Bases que se debate en la Cámara de Senadores

En los próximos días se discutirá en el Senado la Ley Bases, impulsada por el Gobierno de Javier Milei, que logró su media sanción en la Cámara de Diputados el pasado 30 de abril. Luego del fallido intento de aprobación en Diputados en febrero, el oficialismo de Milei logró las modificaciones necesarias para su tratamiento con el acuerdo de los bloques dialoguistas del PRO, la UCR y Haciendo Coalición Federal.

La aprobación de esta Ley de más de doscientos artículos significaría un viraje abrupto de la estructura normativa de nuestro país, y permitiría el inicio de una nueva etapa de colonialismo, bajo una lógica de máximos beneficios para grandes capitales nacionales y, sobre todo, extranjeros. Este proyecto de ley significa para nuestro país una amenaza a nuestras fuentes de trabajo, nuestros recursos naturales, la posibilidad de desarrollar una industria nacional más pujante, y pone al borde de la extinción nuestro sistema de ciencia y tecnología. La pérdida de soberanía sería alarmante: expone a nuestra Nación al desideratum de corporaciones multinacionales, fondos de inversión y otros Estados, y nos sitúa como pueblo en una situación de extrema vulnerabilidad ante los vaivenes de un mundo convulsionado.

La aprobación de esta Ley de más de doscientos artículos significaría un viraje abrupto de la estructura normativa de nuestro país, y permitiría el inicio de una nueva etapa de colonialismo, bajo una lógica de máximos beneficios para grandes capitales nacionales y, sobre todo, extranjeros.

Resulta necesario señalar cuáles son los impactos directos e indirectos que tiene la Ley Bases para el futuro de la ciencia y la tecnología. Esta Ley compromete a trabajadores de la ciencia, a instituciones públicas que realizan investigación, desarrollo y transferencia en nuestro país. Además, se destaca el capítulo del RIGI que tiene un profundo impacto en el desarrollo nacional.

La estructura del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, contra las cuerdas.

En relación al funcionamiento del sistema científico-tecnológico nacional, una serie de artículos proponen una nueva normativa para los organismos descentralizados de la Administración Pública Nacional (APN) y constituyen un riesgo para su continuidad. Se detallan algunos ejemplos:

  • Eliminación o fusión de organismos. Se habilita al Poder Ejecutivo Nacional (PEN) a modificar la estructura organizativa, transferir a otros ámbitos y/o reestructurar los organismos públicos del sector científico, incluidos CONICET, INTA, ANLIS Malbran, ANMAT, INTI, la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), CONAE, CNEA, SMN, SHN o Instituto Geográfico Nacional (IGN). Con la aprobación de la ley, el PEN podrá eliminar competencias, funciones, responsabilidades, reorganizar, centralizar, fusionar, intervenir o transferir a las provincias cualquiera de estos organismos. En algunos casos habilita la disolución directa ciertas dependencias, como es el caso de INTI, la Agencia I+D+i, el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), o el Instituto Antártico Argentino (IAA) (artículo 3).
  • El PEN puede modificar, unificar, disolver o liquidar fondos fiduciarios públicos. Así, resultaría un enorme daño para el financiamiento que recibe hasta este momento la Agencia I+D+i (artículo 5).
  • Se habilita al PEN a intervenir, por el período de un año, la mayoría de los organismos del sistema científico, a excepción de las Universidades Nacionales (UUNN), CONICET, ANMAT, ANLIS Malbrán, INTA y CONEAU (artículo 6).
  • Se concede al PEN la posibilidad de  poner a disponibilidad a cualquier trabajador de planta permanente de los organismos públicos. Esta norma incluye a trabajadores de los organismos del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología (artículo 52).

Durante estos seis meses, fueron evidentes las muestras de desprecio, desinterés y beligerancia del gobierno de La Libertad Avanza hacia la Universidad pública. De la misma manera, se muestra un marcado desprecio a la ciencia y la tecnología y lo que representa, y se pone en juego la formación de jóvenes futuros científicxs.

El gobierno nacional degradó el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación, principal organismo de gestión científica nacional, al rango de Subsecretaría, y solo se ejecutó el 0,64% del presupuesto asignado. Se realizó un profundo ajuste presupuestario en los gastos de funcionamiento de las UUNN de todo el país, al mismo tiempo que los salarios docentes y estatales vienen sufriendo una fuerte pérdida de poder adquisitivo desde diciembre. El número de becas doctorales y posdoctorales CONICET asignadas fue recortada a la mitad de las estipuladas y su inicio fue diferido a agosto bajo la excusa de  cuestiones presupuestarias.

El progreso de las sociedades en los países desarrollados se logra a partir de una vinculación positiva e inteligente entre el Estado, la academia y las empresas. Por esto es que nuestros organismos de ciencia y tecnología necesitan de recursos humanos altamente calificados. Para llevar adelante tareas específicas que insumen años de investigación y desarrollo es necesario trabajar en condiciones de infraestructura y equipamiento adecuadas. Solo así se puede tener un sistema científico preparado para los desafíos que presentan las necesidades de nuestro país y los cambios permanentes del mundo.

Derechos laborales, cosa del pasado

En el Capítulo IV de la Ley se proponen medidas para flexibilizar la contratación y el despido de trabajadores. Se busca el aumento de los períodos de prueba, la anulación de las multas por empleo no registrado y el reemplazo de la indemnización por el fondo de cese voluntario. Para el empleo público, en particular, se suma la propuesta de recortar las contrataciones en el futuro y descontar la asistencia a paros en el salario. En la misma sintonía, los trabajadores de organismos que se disuelvan serían puestos a disponibilidad hasta por un año, para su posterior desvinculación de la APN.

Del apartado laboral se puede destacar:

  • Se establece la eliminación de mecanismos de reubicación dentro de la APN de personal cuyos puestos se consideren prescindibles en caso de reestructuración del Organismo (artículo 42).
  • No demanda el consentimiento expreso del trabajadorx para la movilidad geográfica (artículo 44).
  • La prescindencia de mecanismos de control por parte de los sindicatos en la transparencia en el desarrollo de la carrera administrativa, y el acceso igualitario a promociones por cargos vacantes (artículo 45).
  • Se elimina la autorización a prestar servicios por un año a partir de la intimación a iniciar los trámites jubilatorios, o del inicio voluntario de dicho trámite (artículo 46).
  • La flexibilización de criterios en detrimento del trabajadorx en causales de apercibimiento o suspensión, cesantía, exoneración y aplicación de sanciones disciplinarias (artículos 48, 49, 50 y 51).
  • Vulneración de derechos sindicales, se admite el descuento proporcional en la remuneración por ausencia al trabajo en caso de huelga (artículo 53).

El impacto de esta Ley en el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología se padecerá con la pérdida de capacidades científico-técnicas y operativas en el Estado. Las consecuencias serán la cesantía de contratos y la posterior migración de recursos humanos altamente capacitados, en la búsqueda de mejores condiciones, dentro o fuera del país, para darle continuidad a su desarrollo profesional.

RIGI, el régimen de desinversión nacional

El corazón de la Ley Bases es el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Consiste en un paquete de beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios para inversiones mayores a 200 millones de dólares en el sector primario: generación de recursos energéticos, agroindustria y minería. Resigna la recaudación para el Estado en pos de atraer inversiones con una normativa que permite el extractivismo de nuestros recursos sin ningún condicionamiento ni beneficio a largo plazo. El RIGI es un asalto a nuestro recursos y atenta contra el futuro de las próximas generaciones de nuestro país

Entre los beneficios fiscales se destaca la exención de retenciones luego del tercer año de inicio del proyecto inversor: el primer año el 20% de lo exportado no paga retenciones, el segundo año el 40%, y a partir del tercer año la totalidad de lo exportado no pagaría retenciones. Propone la extracción de recursos y exportación fuera del país sin pagar una sola retención, salvo chirolas durante el primer año. A la vez, pone en una relación aún más dispar a emprendimientos nacionales respecto de capitales extranjeros.

Por otra parte, los beneficios aduaneros en el RIGI es una de las cosas que más afecta  a los proveedores de insumos o equipamiento nacional que, en muchos casos, son utilizados por el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología o bien por el sector productivo nacional ya que permite la importación de bienes de capital (equipamiento e insumos, nuevos o usados) sin pagar aranceles si se realiza dentro de este régimen. Esto claramente constituye una desventaja para las cadenas de proveedores nacionales que no pueden competir con los extranjeros. Asimismo, con este régimen, se elimina la necesidad de que las empresas que ingresen al país contraten personal argentino para el desarrollo de sus insumos o equipamiento, con lo cual tampoco será posible agregar valor a aquello al insumo primario. 

En caso de aprobarse el RIGI, se rifa por completo la posibilidad de desarrollo para el país. No permite aprovechar las inversiones para generar capacidades de proveedores alrededor del insumo, ni permite el agregado de valor al mismo.

Al cierre de la redacción de este artículo, la Ley consiguió dictamen en el Senado para poder ser tratada en la Cámara Alta, con modificaciones que no cambian sus objetivos. Todos y todas debemos entender de qué se trata y correr la voz para contar cómo afectaría a nuestras posibilidades de desarrollo y soberanía.

Es mucho lo que se puede perder con la aprobación de la Ley Bases. 

Es mucho lo que debe resignar, solo por la promesa de una lluvia de inversiones, una promesa incumplible que permitiría la fuga de divisas y que nos llevaría décadas reconstruir.

Es fundamental dar la discusión en todos los ámbitos para no sentar las BASES para la ruina de la ciencia y la tecnología que es, en definitiva, la ruina de la Argentina.