Ciencia Propia

La década de Pampa Azul

El Mar Argentino como vector de desarrollo

La Iniciativa Pampa Azul nació el 21 de abril de 2014, cuando la entonces Presidenta Cristina Fernández de Kirchner la presentó en público. Desde ese momento y hasta la fecha, hemos visto a la Iniciativa sufrir los mismos avatares que todo el país, incluido el sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación (SNCTI), como consecuencia de los ciclos de gobiernos neoliberales. Pampa Azul avanzó hasta el 2017 con actividades de investigación oceanográfica, concentradas principalmente en el mar abierto. Con el reingreso del Fondo Monetario Internacional en nuestro país, y la degradación a Secretaría del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, la Iniciativa se paralizó. Recién en julio de 2020, en plena pandemia del COVID19, se reanudó Pampa Azul con el objetivo de ponerla de pie e intentar cumplir con sus cuatro grandes metas: 1) profundizar el conocimiento científico como fundamento de las políticas de conservación y manejo de los recursos naturales; 2) promover innovaciones tecnológicas aplicables a la explotación sustentable de los recursos naturales y al desarrollo de las industrias vinculadas al mar; 3) fortalecer la conciencia marítima de la sociedad argentina; y 4) respaldar con información y presencia científica la soberanía de nuestro país en el área del Atlántico Sur. En este Editorial de Ciencia Propia, se presentan, de forma resumida, la historia de Pampa Azul, con énfasis en el período 2022-2023, y sus hitos de gestión, y los artículos del Dossier Pampa Azul de la Revista sobre la Iniciativa interministerial. Como se verá, hay una propuesta real y concreta para que Pampa Azul sea una herramienta que transforme al Mar Argentino en un vector de desarrollo integral para nuestro país. A casi diez años de existencia de esta Iniciativa, sabemos que con Pampa Azul sola no alcanza, pero también que sin Pampa Azul no se puede.

Concepción, nacimiento y contexto

La Iniciativa Pampa Azul nace, formalmente, el 21 de abril de 2014, día en que la por entonces Presidenta Cristina Fernández de Kirchner hizo su lanzamiento en público. Pampa Azul fue presentado como una Iniciativa estratégica. En su marco, se desarrollarían investigaciones en el Mar Argentino con el fin de profundizar el conocimiento científico y brindar fundamentos para la conservación y el manejo de los recursos naturales. Estaba previsto que la Iniciativa promoviera innovaciones tecnológicas aplicables a la explotación sustentable de los recursos naturales, el desarrollo de las industrias vinculadas al mar y el fortalecimiento de la conciencia marítima de la sociedad argentina. Así, aquel día la Presidenta sostuvo: “por primera vez iremos al Mar Argentino no solo a bañarnos y a pescar sino a investigar nuestra riqueza ictícola con un objetivo estratégico. Pampa Azul debe ser una política de Estado que continúen todos los gobiernos porque en el mar está la riqueza alimentaria”.

Figura 1. Áreas Geográficas Prioritarias (AGPs) originales de Pampa Azul.

Además, Pampa Azul proyectó una meta muy clara respecto de la disputa de soberanía más importante del mundo: la que mantenemos con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte por nuestras Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes (Bilmes y Sala 2022). La Iniciativa proyectaba afianzar la presencia argentina en el Atlántico Sur, proveer insumos científicos para fundamentar el accionar de nuestro país en acuerdos internacionales, apoyar las iniciativas nacionales en materia de cooperación técnica y articular las actividades científicas desarrolladas por buques extranjeros con los programas nacionales de investigación tanto en la Zona Económica Exclusiva, en particular, como en la Plataforma Continental de la Argentina, en general.

Para intentar cumplir con estas metas estratégicas para el desarrollo integral de nuestro país, Cristina concibió a Pampa Azul como una política de Estado a diez años. De esta manera, se priorizaron las siguientes actividades: se planificó y realizó una serie importante de campañas científicas interdisciplinarias que abarcaron cinco Áreas Geográfica Prioritarias (AGPs; Figura 1) mediante el uso de plataformas tradicionales, como buques oceanográficos y vehículos submarinos tripulados a distancia (Figura 2); se encomendó el desarrollo tecnológico de sensores y otros métodos para el monitoreo ambiental, la gestión y la protección de recursos mediante registros automáticos in situ y satelitales (Figura 3); y se buscó avanzar en el desarrollo de capacidades para generar y mantener bases de datos con registros continuos y públicos. Pero, ¿fue esto así? ¿Qué se cumplió y qué no? ¿Qué pasó en estos casi diez años?

Figura 2.  (a)  Imagen del buque ARA Austral en el puerto de Ushuaia, Tierra del Fuego (Foto: Abel Sberna); y (b) Imagen de un vehículo autónomo submarino (Foto: NOAA).

Antes de intentar dar respuesta a las preguntas del párrafo anterior, nos interesa compartir brevemente la historia poco conocida de la concepción de Pampa Azul. Esta historia dice mucho, tanto de las capacidades de Estadista de Cristina Fernández de Kirchner, como de la Iniciativa en sí misma. Un año antes de su lanzamiento público, la Presidenta decidió viajar a Puerto Madryn a conmemorar un nuevo aniversario del 2 de abril. Al llegar al aeropuerto de Trelew (a 62 km de Puerto Madryn), la esperaba el entonces Gobernador de Chubut, Martín Buzzi. Durante el vuelo en helicóptero entre ambas ciudades, Buzzi le mostró a Cristina una carpeta con un proyecto para crear una “Agencia Provincial del Mar”. Cuentan que, al señalar la inmensidad del Mar Argentino visto desde el aire, el gobernador invitó a la Presidenta a pensar en las capacidades productivas sub-aprovechadas, tanto por su provincia como por nuestro país. Un año después, la “agencia chubutense del mar” creció para transformarse en la primera política pública estratégica interministerial, interinstitucional e interjurisdiccional de la Argentina: la Iniciativa Pampa Azul.

Figura 3. Infografía de la Red de Observación Marina Argentina (ROMA). Nótese las diversas plataformas de monitoreo utilizadas en dicha iniciativa. Todos los equipos fueron desarrollados en el país (con excepción de los sensores corrientes) entre 2021 y 2023, y conectados a plataformas terrenas vía ARSAT. Esto permitió sustituir importaciones y disminuir los requerimientos de divisas.

El contexto del nacimiento de la Iniciativa Pampa Azul también merece ser presentado en esta introducción. El Atlántico Sudoccidental, territorio  marítimo sobre el cual se concentra la Iniciativa, posee una relevancia geoestratégica que se incrementa año tras año en virtud de los siguientes puntos principales: 1) su proyección como el paso bioceánico Atlántico-Pacífico Sur obligado (ver Bilmes y Sala 2022), en vistas de que el Canal de Panamá está quedando obsoleto (i.e., disminución del caudal por el cambio climático y el tamaño de los nuevos buques portacontenedores que comienza a superar el máximo permitido); 2) la agudización de la disputa global por el acceso a bienes naturales de origen marino (e.g., ictícolas, hidrocarburíferos, nódulos polimetálicos, etc.) como última frontera productiva de la humanidad; y 3) el acceso que dicho territorio ofrece al Continente Antártico y a su logística. Es en este marco que en 2012 y desde el ámbito científico, el Reino Unido creó el Instituto de Investigación Ambiental del Atlántico Sur (SAERI, por sus siglas en inglés), una Iniciativa público-privada que nació como dependencia del gobierno -ilegal y de ocupación- de las Islas Malvinas y que en 2017 devino en una organización independiente dedicada a la investigación en Atlántico Sur con asiento en nuestras islas (ver Bilmes y Sala 2022).

Entonces, Pampa Azul nos plantea una metáfora evidente, que también constituye una idea-fuerza: transformar al Mar Argentino en vector de desarrollo integral para nuestro país y sus territorios, complementando así los beneficios surgidos de la “pampa verde”. Al mismo tiempo, esta transformación nos permite ejercer soberanía en el Atlántico Sur a través de nuestra ciencia y tecnología.

Para cerrar esta introducción, queremos compartir un dato de color respecto a la metáfora que acabamos de presentar: la “pampa azul” que hoy conocemos, alguna vez fue verde. ¿Cómo? Si bien todavía nos falta conocer mucho sobre la geología de la Plataforma Continental Argentina, lo que sí sabemos es que hace unos 22.000 años, en el máximo glacial, el nivel del mar estaba a unos 120 m por debajo del actual. Esto quiere decir que gran parte de la plataforma era tierra emergida (ver Ponce et al., 2011). Entonces, podemos asumir que los cursos fluviales que hoy en día escurren sobre la Patagonia solían descargar sobre el borde del talud continental. Esto sostiene también la hipótesis de que los cañones submarinos del talud se originaron a partir de las descargas fluviales (ibid). Lamentablemente, hay pocos datos sobre la fauna y flora que pudo haber ocupado la plataforma emergida o “paleo-pampa verde”, no sólo porque la ausencia de estudios, sino porque el proceso de ascenso del nivel del mar hasta la posición actual erosionó (i.e., como una cepillada) el paisaje anterior y los sedimentos que pudieron haber quedado allí.

Una década ¿azul?

Inicio y glaciación

Durante los casi dos años de gestión que quedaban por delante, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner trabajó fuerte para dejar la estructura de la Iniciativa Pampa Azul trazada y así dar continuidad a lo que buscaba ser una política de Estado. En este sentido, se adquirió el buque ARA Austral para el CONICET -operado por la Armada Argentina-, que hasta su adquisición había sido el RV Sonne de Alemania. Se trata de un buque que posee enormes capacidades, sobre todo para las investigaciones oceanográficas y geofísicas. Así pues, el ARA Austral permitió, convenio de cooperación entre Y-TEC y CONICET mediante, un conocimiento profundo y sistémico de nuestros recursos, principalmente energéticos y genéticos, en la Plataforma Continental Argentina. Se planificaron y realizaron campañas clave para conocer las AGPs de la Iniciativa y se establecieron acuerdos de cooperación bilateral y multilateral, entre otras medidas estructurales. Pero lo más importante de todo fue el trabajo para la sanción en 2015 de la Ley 27.167 “Programa Nacional de Investigación e Innovación Productiva en Espacios Marítimos Argentinos” y la creación del “Fondo Nacional para la Investigación e Innovación Productiva de los Espacios Marítimos Argentinos — FONIPROMAR”. Esta ley establece el verdadero funcionamiento de Pampa Azul y le otorga, para empezar, previsibilidad presupuestaria.

Al poco tiempo de promulgada la Ley PROMAR (i.e., sancionada el 29 julio de 2015 y promulgada de hecho el 1 de septiembre de ese mismo año), Cristina le cedió el gobierno nacional, por decisión del voto popular, a Mauricio Macri. En 2016, Macri designó al MINCYT como Autoridad de Aplicación de dicha ley. Esto iba en consonancia con la continuidad de Lino Barañao en el gobierno; quien, supuestamente, venía a garantizar la plena vigencia de las políticas científicas trazadas por los tres gobiernos kirchneristas. Pero, ¿qué pasó después?

La Ley PROMAR establecía que el FONIPROMAR tendría un monto inicial de doscientos cincuenta millones de pesos ($250.000.000), equivalentes a U$D 26.867.276 al dólar oficial del día de la promulgación de la ley en 2015. El primer presupuesto que debía cumplir con este monto era el de la gestión de Mauricio Macri. ¿El resultado? El monto ejecutado nunca superó los 55 millones de pesos (Figura 4). Y nunca pudieron explicar qué pasó con la subejecución presupuestaria, pese a los pedidos formales de los legisladores de Unidad Ciudadana, como el realizado por el Dr. Roberto Salvarezza (ver Sala 2018), a la postre el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación del relanzamiento de Pampa Azul (ver abajo).

Figura 4. Evolución del presupuesto ejecutado por PROMAR. Las barras amarillas corresponden al gobierno del ex-Presidente Mauricio Macri y las azules a la gestión del Frente de Todos. Nótese que faltan los años 2016 y 2020. En el primer caso se debe a que PROMAR fue reglamentada en 2016, impactando el primer presupuesto recién en 2017. El segundo caso es porque con motivos de la pandemia del COVID19, la Iniciativa Pampa Azul fue relanzada en julio de 2020 y las primeras actividades de la nueva gestión fueron ejecutadas durante el verano del 2021.

El peor momento de la Iniciativa se dio con posterioridad al reingreso del FMI al país, momento en que los ministerios fueron brutalmente reunificados (pasaron de 21 en el año 2017 a 11 en 2018). En este reagrupamiento, el MINCYT fue degradado a Secretaría y con ello se declaró, en palabras de los mismos investigadores e investigadoras históricas de la Iniciativa, la “Era del Hielo” y “Glaciación” de Pampa Azul (Bilmes y Sala 2022). En este período se paralizó la Iniciativa: se interrumpieron las campañas planificadas previamente, se desfinanciaron las actividades en marcha, como el funcionamiento de los grupos de trabajo, y se interrumpieron las cooperaciones internacionales, entre otras medidas. El monto asignado a PROMAR en 2019 fue tan solo de $15.628.098, que al dólar oficial de ese entonces equivalía a menos de 250 mil dólares (Figura 4).

En definitiva, la gestión de Pampa Azul del gobierno de Mauricio Macri se transformó en una política que únicamente financió algunas campañas oceanográficas: de modo casi exclusivo al Área Marina Protegida Namuncurá – Banco Burdwood (i.e., a través de transferencias directas desde la Jefatura de Gabinete de Ministros y no vía PROMAR como correspondía). De esta manera, el foco estuvo puesto únicamente en el mar abierto y se desatendieron los complejos procesos costeros -del extenso litoral- y antárticos de nuestra patria bicontinental (ver Bilmes y Sala 2022). Congelamiento y glaciación. Nulo desarrollo tecnológico y equipamiento. Nula infraestructura. Nulos recursos humanos. Abandono de buques. Y menos diez en relación con la batalla (contra) cultural para la cual la Iniciativa Pampa Azul había sido pensada, tanto en términos del ejercicio de soberanía en el Atlántico Sur (e.g., se selló el Acuerdo Foradori-Duncan), como en lo referido al fomento de la conciencia marítima en nuestra población, que históricamente vivió de espaldas al mar (Bilmes y Sala 2022). Todo esto distaba muchísimo de la idea estratégica de Cristina y de la Iniciativa que nuestro país se merecía. 

Desglaciación  

Con la asunción del nuevo gobierno, Pampa Azul fue relanzada el 6 de julio de 2020, en plena pandemia del COVID19. Esta situación impuso una reunión virtual a la que asistieron seis de los siete ministros integrantes de la Iniciativa y varios Secretarios de Estado. Lo más interesante de la reunión virtual de relanzamiento fue observar la charla y los acuerdos en torno a la importancia estratégica de Pampa Azul por parte de los más altos funcionarios del gobierno; esos mismos que durante la “Era del Hielo” habían resistido desde sus bancas de legisladores al cierre y disolución de la Iniciativa, empezando por el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación en ese entonces, el Dr. Roberto Salvarezza (ver Sala 2018).

La hoja de ruta trazada por los siete ministerios y lanzada ese día para el período 2020-2023 tuvo la triple misión de:

  1. Fortalecer el sistema científico-tecnológico para contribuir a las políticas públicas relacionadas con el mar: a) puesta a punto de los barcos y expansión de la flota para Investigación y Desarrollo; b) incremento del número de campañas; c) refuerzo y ampliación de las redes de observación y monitoreo; y d) refuerzo de los repositorios digitales institucionales de datos del mar.
  1. Fortalecer las capacidades interinstitucionales de investigación, desarrollo e innovación con perspectiva federal: a) creación de cuatro centros interinstitucionales de cara al mar (i.e., Ushuaia, Río Gallegos, Comodoro Rivadavia, y Mar del Plata); b) convocatoria a proyectos I+D+i con perspectiva interinstitucional y federal; c) fortalecimiento de la articulación de la red de institutos de ciencia y tecnología en temáticas del mar; y d) fortalecimiento y expansión de los actividades en las Áreas Geográficas Prioritarias (AGPs).
  1. Avanzar en la agenda de temas estratégicos de gestión que contribuyan a:
  • La Soberanía y Seguridad Nacional
  • El Desarrollo social, económico y ambientalmente sostenible con foco en:
    • Innovación Tecnológica 
    • Inclusión Social
    • Protección de los bienes naturales marinos
    • Integración de los entornos marino y costero
    • Perspectiva de género

Para cumplir con estas metas, Pampa Azul no sólo debía ser descongelada, puesta a navegar y recibir una fuerte inyección de recursos, sino que debía dar un giro conceptual más que importante para pasar del “mar abierto” a la incorporación de los procesos costeros y antárticos, y así lograr el triple rol que debe generar nuestro SNCTI: la articulación, la federalización y el impacto en todo el territorio nacional. Esta fue la idea-fuerza de Cristina y tras ese mandato enfocamos nuestra gestión: Pampa Azul 2.0.

Pampa Azul 2.0: Evolución del presupuesto e hitos de política pública

Quienes saben afirman que para visualizar la importancia que un tomador de decisión le asigna a una política pública, se debe analizar su presupuesto, tanto el monto asignado como la ejecución. En este sentido, basta con ver la evolución del presupuesto ejecutado por PROMAR para entender la magnitud de la transformación desplegada durante la gestión iniciada en 2020 (Figura 4).

Las diversas actividades financiadas durante el 2021 y el 2022 están sintetizadas en las Tablas 1 y 2, respectivamente. Cómo puede verse en la Tabla 1, en esta gestión de gobierno el primer año de ejecución de PROMAR se concentró en: la reparación y el equipamiento de los buques oceanográficos; la realización de dos campañas oceanográficas: una, al AGP Agujero Azul (i.e., fue suspendida en 2018 por falta de fondos) y otra, en cooperación con Francia, conocida como “Ana María Gayoso”; el establecimiento de redes nacionales de observación y monitoreo marino como la ROMA o REMARCO; la formación de recursos humanos de grado para apuntalar la generación de diversos perfiles destinados a las Ciencias del Mar a la vez que útiles a los intereses de la nación; y la tarea de divulgación, a través de la creación del Ecocentro Pampa Azul, el primer espacio de comunicación de la Iniciativa en el país. Así pues, nos orientamos de lleno a lo estructural, sin descuidar lo simbólico y comunicacional. Y gestionando a la vez que salíamos de la pandemia más cruenta de los últimos 100 años.

Tabla 1. Síntesis de ejecución de las principales actividades de PROMAR del 2021.

Durante el 2022, pudimos dar un salto hacia adelante en varios aspectos (ver Tabla 2). Se financiaron las siguientes actividades principales: la realización de cuatro campañas oceanográficas  (i.e., Golfo San Jorge, SAMOC, Yaganes, e Islas Georgias del Sur) por un monto total de 227,4 millones de pesos; el fortalecimiento de la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación en Ciencias del Mar, a partir de la convocatoria de financiamiento de proyectos estratégicos; la continuación de los desarrollos tecnológicos, la adquisición de equipos y la implementación de las redes de observación y monitoreo; la adquisición de importante equipamiento para los buques; el establecimiento de un proyecto de conectividad para Península Valdés y, por último, el desarrollo de cursos de formación de cuadros técnicos, una demanda histórica de los organismos del sector, que se suman a las becas de grado en Ciencias del Mar.

Tabla 2. Síntesis de ejecución de las principales actividades de PROMAR del 2022.

Sin embargo, el despliegue más grande de actividades e inversiones de la Iniciativa Pampa Azul es el que se está llevando adelante en el año en curso. Se está trabajando sobre los pliegos de licitación para la construcción de dos nuevos buques de investigación oceanográfica para el CONICET. Por primera vez en más de 50 años, se construyeron laboratorios y refugios en tres bases antárticas (i.e., Esperanza, Orcadas y San Martín), a la vez que se está trabajando en la construcción de dos laboratorios y unidades habitacionales más en las bases Marambio y Brown. Se amplió el número de espacios de divulgación y se creó una “Red de Faros de Pampa Azul”, que junto al Ecocentro de Puerto Madryn, contará con un nuevo espacio en el puerto de Bahía Blanca y otro en la Base Brown, la única de la Antártida Argentina visitada por el turismo. Se espera ampliar esta red con tres sitios nuevos durante el segundo semestre de 2023 y el primero de 2024. Se están creando dos Estaciones Multidisciplinarias de Investigación, en Punta Delgada (Península Valdés, Chubut) e Isla de los Estados (Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur). Se está llevando adelante el primer proceso nacional de Planificación Espacial Marina (PEM) de la historia de nuestro país y pionero en toda la región del Cono Sur. Este proceso busca conocer y mapear las distintas actividades que se desarrollan en el Mar Argentino, para identificar posibles incompatibilidades entre actividades humanas y/o para con el ambiente; y con ello establecer medidas basadas en ciencia para la resolución de los posibles conflictos de interés.

Además, se están construyendo miles de metros cuadrados de infraestructura para la investigación y el desarrollo de las Ciencias del Mar en:  Mar del Plata (Buenos Aires) – Centro Interinstitucional de Investigaciones Marinas (CIIMAR), integrando a UNMDP, CONICET, CIC-PBA, Gobierno de la Provincia de Buenos Aires; San Antonio Oeste (Río Negro) – Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos “Almirante Storni” (CIMAS), integrando a UNCOMA, CONICET, INIDEP, Gobierno de la Provincia de Río Negro; Comodoro Rivadavia (Chubut) – Centro Interinstitucional Golfo San Jorge, integrando a CONICET, UNPSJB, INTI, UNPA, Y-TEC, Gobierno de la Provincia de Chubut; Río Gallegos (Santa Cruz) – Polo Científico Tecnológico Energía para la Patagonia Austral, integrando a UNPA, UTN, CONICET, YPF, Y-TEC, Gobierno de Santa Cruz; Ushuaia (Tierra del Fuego) Centro Interinstitucional en Temas Estratégicos Antárticos y Subantárticos (CITEAS), Integrando a CONICET, IAA-MRECIC, UNTDF, UTN, INIDEP, APN, Gobierno de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Gobierno de Ushuaia.

Esta es tan sólo una selección de las acciones e inversiones más importantes que la Iniciativa ha desplegado durante el año 2023. Nos hemos propuesto, de verdad, hacer de Pampa Azul una herramienta que transforme al Mar Argentino en un vector de desarrollo integral para nuestro país. Y en eso estamos, pero hay que seguir.

Presentación del Dossier

En este Dossier de Ciencia Propia sobre la Iniciativa Pampa Azul, presentamos una serie de artículos que buscan dar cuenta de la transformación estructural que planteamos más arriba. Por un lado, compartimos los avances de las AGPs con más investigación sostenida en estos 10 años, pese a los avatares de la “glaciación”. El trabajo de Acha y colaboradores presenta los principales avances en una región estratégica para nuestro país conocida como Agujero Azul. El trabajo de Lovrich y Diez hace lo propio respecto de la AGP más austral de Pampa Azul. El de Dans y colaboradores introduce los principales avances en el Programa de Investigación del Golfo San Jorge. Luego, el trabajo de Ferreyra y colaboradores presenta la Red de Observación Marina Argentina, ROMA, sus avances de implementación e implicancias para nuestro país, al mismo tiempo que muestra el desarrollo tecnológico nacional y la integración de capacidades Estado-Estado, como se da en el caso de la conectividad de los dispositivos vía ARSAT. Luego, Verón y Socrate presentan el proceso de Planificación Espacial Marina (PEM) que Pampa Azul inició durante el 2022 y que es pionero a nivel regional. Respecto de las obras de infraestructura estratégica que están en marcha, Antenucci y García dan a conocer la obra del CIIMAR (ver arriba), espacio que vinculará el estado-del-arte del conocimiento científico costero-marino con el desarrollo tecnológico soberano, la divulgación y la memoria. Por último, se sumarán trabajos de autores/as que han sido invitados/as a publicar en este Dossier y que se irán publicando periódicamente.

Conclusiones

A modo de conclusión, podemos decir que sabemos que todavía falta mucho. Sin embargo, en este artículo dejamos claro que esta gestión ha recogido la idea-fuerza que Cristina Fernández de Kirchner trazó para Pampa Azul y ha buscado materializarla. Se ha hecho mucho en poco más de tres años y con dos pandemias en el medio, la del COVID19 y la socio-económica dejada por el gobierno de Mauricio Macri. Pasaron casi diez años y lo que hoy sabemos de nuestro Mar Argentino es mucho más profundo que antes de la existencia de la Iniciativa. También avanzamos muchísimo en el desarrollo y la adquisición de tecnología para el estudio, la observación y el monitoreo de nuestros ambientes costero-marinos. Poco a poco, estamos fortaleciendo nuestras capacidades humanas y estructurales. Vemos que la ciudadanía argentina progresa en el entendimiento de la importancia de nuestros territorios marinos e insulares, a través de espacios como el Ecocentro Pampa Azul y demás prácticas de divulgación y comunicación. Sabemos que con Pampa Azul sola no alcanza, pero también que sin Pampa Azul no se puede.

Referencias

Bilmes, J., Sala, J. E. (2022). La Iniciativa Pampa Azul y su rol en la proyección marítima y bicontinental argentina. Estudios Socioterritoriales. Revista de Geografía, 32:136. https://doi.org/10.37838/unicen/est.32-136

Ponce, J. F., et al. (2011) Palaeogeographical evolution of the Atlantic coast of Pampa and Patagonia from the last glacial maximum to the Middle Holocene. Biological Journal of the Linnean Society, 3(2):63-379. https://doi.org/10.1111/j.1095-8312.2011.01653.x 

Sala, J. E. (2018) Pampa Azul: El mar como territorio. Ciencia, tecnología y política, 1(1):006. https://doi.org/10.24215/26183188e006

Glosario

AGP: Área Geográfica Prioritaria de la Iniciativa Pampa Azul

AMP: Área Marina Protegida

APN: Administración de Parques Nacionales

ARA: Armada de la República Argentina

ARSAT: Empresa Argentina de Soluciones Satelitales S.A.

CIC-PBA: Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires

CIIMAR: Centro Interinstitucional de Investigaciones Marinas

CIMAS: Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos “Almirante Storni”

CITEAS: Centro Interinstitucional en Temas Estratégicos Antárticos y Subantárticos

CONICET: Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas

COVID19: Enfermedad respiratoria muy contagiosa causada por el virus SARS CoV-2

DNA: Dirección Nacional del Antártico

FONIPROMAR: Fondo Nacional para la Investigación e Innovación Productiva de los Espacios Marítimos Argentinos

I+D+i: Investigación (I), Desarrollo (D) e innovación (i) tecnológica

IAA: Instituto Antártico Argentino

INIDEP: Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero

INTI: Instituto Nacional de Tecnología Industrial

MINCYT: Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación

MINDEF: Ministerio de Defensa

MINSEG: Ministerio de Seguridad

MRECIC: Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto 

PEM: Planificación Espacial Marina

PNA: Prefectura Naval Argentina

PROMAR: Programa Nacional de Investigación e Innovación Productiva en Espacios Marítimos Argentinos

REMARCO: Red de Investigación de Estresores Marinos – Costeros en Latinoamérica y el Caribe

ROMA: Red de Observación Marina Argentina

RRHH: Recursos Humanos

RV: Research Vessel (en español: buque de investigación) 

SAERI: South Atlantic Environmental Research Institute (en español: Instituto de Investigación Ambiental del Atlántico Sur)

SAMOC: South Atlantic Meridional Overturning Circulation (en español: Circulación Meridional de Vuelco del Atlántico Sur

SHN: Servicio de Hidrografía Naval

SNCTI: Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación

UNCOMA: Universidad Nacional del Comahue

UNMDP: Universidad Nacional de Mar del Plata

UNPA: Universidad Nacional de la Patagonia Austral

UNPSJB: Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Bosco”

UNS: Universidad Nacional del Sur

UNTDF: Universidad Nacional de Tierra del Fuego

UTN: Universidad Tecnológica Nacional

UU.NN.: Universidades Nacionales

YPF: Yacimientos Petrolíferos Fiscales

Y-TEC: YPF-Tecnología

Juan Emilio Sala

Coordinador Ejecutivo del Comité Interministerial de la Iniciativa Pampa Azul, Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad de Buenos Aires. Es Investigador Adjunto del CONICET, con lugar de trabajo en el Instituto de Biología de Organismos Marinos (IBIOMAR-CONICET). Sus investigaciones se enfocan en comprehender los sistemas socio-ecológicos costero-marinos a partir de las herramientas propias de la ecología política y la filosofía de la conservación, para mejorar las condiciones de la interfaz ciencia-política-sociedad.

Pablo Nuñez

Subsecretario de Coordinación Institucional del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad de Buenos Aires. Es Investigador Adjunto del CONICET, especializado en bioestadística aplicada y ciencia de datos en el área de salud pública (FCEN-UBA). Es Presidente del Consejo de Administración de la Iniciativa Pampa Azul. Es integrante del Grupo Ciencia y Técnica Argentina (CyTA).