La creación de áreas marinas protegidas (AMPs) ha sido un compromiso tomado por la Argentina. Con el establecimiento de dos AMPs durante la década de 2010, las áreas Namuncurá Banco-Burdwood y Yaganes, el país alcanzó casi el 10% de la superficie de su Zona Económica Exclusiva bajo protección. El nuevo desafío para el 2030 es alcanzar el 30% del mar protegido. Las AMP brindan servicios ecosistémicos culturales, que fomentan la educación e investigación sobre sus componentes, y de provisión como es el caso de la pesca. El estudio de patrones de biodiversidad y procesos oceanográficos en las AMP es muy importante para generar sus planes de manejo y determinar los criterios de conservación, cuyo monitoreo temporal es fundamental. La generación de conocimiento en el Atlántico Sur es clave para ejercer soberanía en una zona estratégica desde el punto de vista geopolítico.
Las áreas marinas protegidas
La creación de áreas marinas protegidas (AMPs) ha sido un compromiso tomado por la Argentina para cumplir con las metas de Aichi de biodiversidad para 2020. Así, con el establecimiento de las AMPs Namuncurá Banco Burdwood I, Namuncurá Banco Burdwood II, y Yaganes, durante la década de 2010, el país alcanzó casi el 10% de la superficie de su zona económica exclusiva bajo protección. El nuevo desafío para 2030 es alcanzar el 30% del mar protegido.
Figura 1. Ubicación de las áreas marinas protegidas australes. En rojo se señala el área geográfica prioritaria para la Iniciativa Pampa Azul denominada “Atlántico Austral”.
¿Por qué Banco Burdwood?
El Banco Burdwood es una meseta sumergida que forma parte de la continuación hacia el este de los Andes fueguinos. Tiene una profundidad entre 50 y 200 m, rodeada por taludes más o menos abruptos de unos 2000 a 3000 m de altura. Al sur del banco, sus aguas circundantes superan los 3000 m de profundidad. El Banco Burdwood es un rasgo geográfico único dentro de la Zona Económica Exclusiva Argentina, y conforma un banco en la margen septentrional del Pasaje de Drake que influye en la circulación oceánica regional.
El objetivo primario de la ley de creación de la Área Marina Protegida Namuncurá – Banco Burdwood (AMPNBB) fue el de la protección de las comunidades del fondo marino, porque se sospechaba que alojaba una alta biodiversidad. En 2018 esta área se amplió hacia el sur, y comprende el talud y parte de la planicie abisal. El Estado nacional, a través de la ley de creación de este AMP, entre 2014 y 2019 aportó financiamiento para realizar 16 campañas de investigación en el lugar. Se utilizaron como plataformas de trabajo los buques que integran la flota de Pampa Azul: los buques oceanográficos Puerto Deseado y Austral, el buque de investigación pesquera Víctor Angelescu y los guardacostas Tango y Prefecto García.
¿Por qué Yaganes?
Yaganes es la tercera Área Marina Protegida (AMP) oceánica de Argentina, creada en 2018 a partir de la Ley Nacional Nº 27.490. Las aguas de esta AMP están ubicadas en la región subantártica entre el extremo sur del continente americano y la Península Antártica (Figura 1), y por su ubicación podría presentar influencia de masas de agua de diferente origen. Debido a la complicada batimetría del lugar (por la presencia de taludes, cañones y montes submarinos; (Figura 2) existe una compleja dinámica oceánica que propicia áreas de gran productividad, y representa una zona clave para el ecosistema marino ya que puede sostener una gran diversidad de grupos faunísticos que la aprovechan como área de alimentación y cría.
En el AMP Yaganes existen dos configuraciones geomorfológicas sobresalientes, el cañón submarino Sloggett/Sverdrup y dos montes submarinos hacia la zona central, uno de ellos de gran extensión en forma de medialuna. Estos hábitats pueden ser considerados como áreas prioritarias para la conservación. Los procesos típicos relacionados con el cañón, incluidas las mareas internas y el transporte de carbono orgánico concentrado cuesta abajo, proporcionan condiciones ambientales favorables para sustentar diferentes comunidades.
El cañón Sloggett/Sverdrup es un cañón submarino profundamente incidido en la plataforma y talud continental, al sur de las bahías Sloggett y Aguirre (península Mitre, sureste de la Isla Grande de Tierra del Fuego) y cerca de la salida oriental del Canal Beagle (Figura 2). Su cabecera está situada sobre la isobata de 70 m, a pocos kilómetros de la costa y de la desembocadura del río López, uno de los más caudalosos de Tierra del Fuego. Las crecidas de dicho río, junto con el fuerte oleaje generado por los vientos del suroeste prevalentes en la zona, probablemente resultan en la captura por parte del cañón de materia orgánica de origen continental o costero (por ejemplo, de los abundantes bosques de macroalgas). Esa materia orgánica puede eventualmente ser transportada a grandes profundidades merced al fuerte gradiente batimétrico y la acción de corrientes de densidad. Debido a su profunda incisión en el talud, el cañón probablemente intercepta y afecta la Corriente de Cabo de Hornos, generando potencialmente áreas de surgencia y/o acumulación y depositación de materia biogénica de origen marino-pelágico.
Figura 2. Área marina protegida Yaganes. Izquierda: principales rasgos geográficos submarinos: cañones y montes. Derecha: un detalle del canal Sverdrupp/Sloggett (marcado con una línea amarilla) y otros cañones menores (extraído de Palma y col. 2021).
La vaca nos da la leche… Las AMP como proveedoras de servicios ecosistémicos
Los beneficios que brindan los ecosistemas pueden definirse como servicios ecosistémicos. Estos consisten en el flujo de bienes materiales, servicios e información que va desde los ecosistemas hacia la sociedad. Además, esta relación es biunívoca, ya que hoy se entiende que los ecosistemas actuales son resultado no exclusivamente de procesos naturales sino también de procesos históricos. Por todo ello, el concepto de servicio ecosistémico permite conectar los ecosistemas naturales y los ecosistemas que están bajo manejo humano, con los intereses y necesidades de la sociedad. En el caso de los ecosistemas que conforman las AMP podemos identificar dos tipos de servicios ecosistémicos: servicios culturales y servicios de provisión o abastecimiento.
Los servicios culturales son valores o beneficios no materiales. La creación de las AMP fomenta tanto las actividades de educación formal e informal de la sociedad, y la investigación sobre este ecosistema y sus componentes. Es una entidad que proporciona elementos para la identidad nacional y sostiene una posición geopolítica importante que ratifica la soberanía sobre los espacios marítimos. Además, cada AMP tiene singularidades que las identifican y la sociedad se apropia de ellas.
Los servicios de provisión o de abastecimiento son beneficios materiales que el ser humano puede usar o consumir. La pesca, es un ejemplo de estos servicios. El Banco Burdwood es una fuente de recursos para la actividad pesquera, ya que es un área de desove y cría de peces de interés comercial. La circulación, relativamente limitada, del agua sobre su meseta permite que los organismos del plancton, como las larvas de peces, puedan permanecer en el lugar por largo tiempo (de 50 a 80 días) y asegurar que atraviesen allí las etapas más críticas de su desarrollo. Así, pueden alcanzar los estadios de juveniles y adultos. Entre las especies de importancia para la pesca se encuentran los nototénidos (varias especies del género Patagonotothen), la merluza de cola (Macruronus magellanicus) y la merluza negra (Dissostichus eleginoides). Si bien estas especies desovan en otras áreas del océano, los adultos abundan en los taludes de la plataforma continental y del AMP. La protección adecuada de estas zonas con diferentes niveles de conservación (ver “El Estado que puede”), que son el resultado del conocimiento generado durante estos años, asegura el abastecimiento de estos recursos al sector pesquero que los aprovecha. La pesca puede ser considerada como un servicio ecosistémico de provisión.
Existen otros servicios en el que la sociedad extrae diferentes especies del ecosistema con fines diferentes al alimenticio. Los organismos marinos pueden sintetizar sustancias para atacar o defenderse, que a su vez son útiles para la farmacología. Por ejemplo, los corales tienen células especializadas en las que acumulan toxinas. Las esponjas también generan compuestos que les permiten protegerse de organismos depredadores. Desde la década de 1950, el ser humano busca en el mar este tipo de moléculas que puedan ser utilizadas como parte del desarrollo medicinal en el tratamiento de distintas enfermedades virales, combatir el cáncer, como potentes analgésicos o para la industria cosmética.
Patrones biológicos y procesos oceanográficos en las AMPs (Namuncurá-Banco Burdwood como ejemplo)
Biodiversidad
A partir de las investigaciones realizadas, sabemos que la riqueza de especies se cuadruplicó respecto de la conocida previamente, y llega a unas 800 especies de invertebrados y peces. De hecho, ya se describieron unas 30 especies nuevas para la ciencia, y existen como mínimo otras 20 de crustáceos y moluscos por describir. Además, sabemos que tanto sobre la meseta del AMP Namuncurá-Banco Burdwood como en los taludes circundantes, la comunidad bentónica está formada por animales coloniales, fijos al fondo, que se alimentan por filtración de partículas. En la meseta, las comunidades están dominadas por esponjas y briozoos, y por corales en los taludes de alrededor del banco. Estos organismos modifican el fondo marino y le otorgan una estructura más compleja y diferente, que permite lugares de refugio y alimentación para especies pequeñas, como por ejemplo crustáceos o equinodermos.
Este nuevo hábitat, diferente al fondo desnudo, es responsable de aumentar la biodiversidad de los fondos marinos. Estas estructuras de organismos vivos que modifican el ambiente donde viven se las denomina ingenieros ecosistémicos. A estas comunidades se las conoce como “bosque animal”, por el rol similar que cumplen a la de los bosques terrestres, proveyendo alimento, refugio, y zonas de cría. El bosque animal (Figuras 3 y 4) es característico del Banco Burdwood y lo hace diferente de la plataforma continental fueguina, y le confiere al AMP una singularidad respecto del resto de la plataforma continental lindera. Independientemente de su denominación o función, estos ecosistemas son particularmente vulnerables a los disturbios, como los producidos por la pesca de arrastre de fondo. También encontramos que los conjuntos de peces, crustáceos y otros invertebrados con movilidad, que viven sobre la meseta, son diferentes a los del talud circundante, en coincidencia con los cambios en las comunidades del fondo.
Figura 3. Bosque animal: en primer plano una raya nadando sobre el fondo marino cubierto por diferentes organismos: esponjas, briozoos, corales y papas de mar (foto National Geographic y MINCyT).
Retención de carbono
Muchos de estos organismos bentónicos tienen carbonato de calcio en sus estructuras corporales: por ejemplo, conchillas de caracoles, o el “esqueleto” de corales y briozoos. Tanto vivos como muertos, estas estructuras duras quedan acumuladas en el fondo del mar, y constituyen un reservorio de carbono, que es el destino final del dióxido de carbono atmosférico. Estos animales se alimentan de microalgas y de “nieve marina”, que son partículas que provienen de la capa superior del mar, compuestas por materia orgánica proveniente del plancton. Las microalgas y otros organismos fotosintéticos producen su propio alimento a partir del dióxido de carbono, agua, luz solar y nutrientes. Ese dióxido de carbono se disuelve desde la atmósfera en el agua de mar y es tomado por las algas, y que se va transfiriendo como carbono en forma de azúcares o grasas, a través de la trama trófica, hasta llegar a formar parte de las estructuras duras de carbonato, que terminarán en el fondo del mar (Figura 5). A este proceso de captura y secuestro del carbono se lo conoce como “carbono azul” y el Banco Burdwood cumple un rol importante en este proceso, y por ende en la mitigación de los efectos del cambio global.
Figura 4. Foto central: imagen submarina a 140 m de profundidad y detalle de los animales presentes: 1, erizo Sterechinus agassizii; 2, briozoo; 3 coral blando prinmoideo sobre una roca; 4, briozoo Reteporella magellanica; 5, colonia de hidrozoos; 6, gusanos poliquetos tubícolas; 7, Coral estilastérido Errina antárctica con cirripedios Ornatoscalpellum gibberum viviendo sobre la colonia (modificado por, y extraído de Schejter y col. 2017).]
El Estado que puede. ¿Cómo nacieron las AMP?
Con la problemática de intentar identificar grandes zonas que sean de interés para la conservación marina, se inició un proceso donde participaron distintos entes y esferas gubernamentales. Una vez identificadas esas áreas geográficas de interés se comenzó un proceso de consulta que se discutió a distintas escalas. El resultado inicial fue la creación del AMP Namuncurá-Banco Burdwood en 2013, lo que implicó que varias dependencias estatales convergieran a la gestión para la conservación. En ese momento, la Jefatura de Gabinete de Ministros se encargó de la gestión de este AMP junto con el Ministerio de Ambiente, el Servicio de Hidrografía Naval, el Ministerio de Ciencia y Tecnología y otros 4 ministerios, que conformaron un consejo de administración. En 2017 se crea el Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas (SNAMP) cuya autoridad de aplicación sería la Administración de Parques Nacionales, y el desafío fue el de adaptar las áreas de manejo del AMP creada previamente, a las nuevas categorías dadas por la ley de SNMAP y de acuerdo a los resultados de la investigación científica que se estaba realizando.
FIgura 5. Bomba biológica de carbono y bomba microbiana de carbono (de Martin y col 2020)
Con la creación de la SNAMP se establecieron distintas zonas con diferentes niveles de conservación dentro de cada AMP. En los extremos de estos niveles se encuentran, por un lado, el nivel máximo de conservación, la Reserva Nacional Marina Estricta que es el que posee mayores restricciones para las distintas actividades. Por otro lado, el nivel de Reserva Nacional Marina permite la realización de actividades, incluso económicas, siempre que sea bajo un plan de manejo acorde a los objetivos de conservación del AMP.
En el año 2018 se crearon las AMP Namuncurá-Banco Burdwood II y Yaganes. Por su parte Namuncurá-Banco Burdwood II es resultado directo de las investigaciones realizadas durante las campañas previas a ese año donde se identificaron a la zona del talud del Banco Burdwood y sus aguas profundas como una zona de alta importancia para la conservación de la biodiversidad como también para la conservación de los procesos tanto oceanográficos como ecológicos. El AMP Yaganes es un área estratégica y de gran importancia bio-regional como corredor oceánico entre el Atlántico y el Pacífico.
Recientemente, la Iniciativa Pampa Azul ha establecido como área geográfica prioritaria a lo que denomina como Atlántico Austral, conformada por las AMP Namuncurá-Banco Burdwood y Yaganes e incorpora al Canal Beagle dentro de esta área. El Canal Beagle está limitado por la Isla Grande de Tierra del Fuego (Argentina) y las islas Navarino y Hoste (Chile). Este canal es el único canal natural que conecta los Océanos Pacífico y Atlántico y es muy importante tanto desde el punto de vista natural como geopolítico. Al ser un ambiente compartido por dos países es de gran importancia la comunicación entre ambos para generación del conocimiento sobre el Beagle. Es así que hace unos años se creó la Comisión Binacional de Cooperación en Investigación Científica Marina Austral y uno de sus primeros pasos fue organizar y coordinar la primera campaña binacional en el Canal Beagle para el estudio del impacto del cambio climático en sus aguas.
La generación de conocimiento en el Atlántico Sur es clave para ejercer soberanía en una zona estratégica desde el punto de vista geopolítico. La ciencia como bandera de nuestra soberanía debe ser una política de Estado.
Referencias
Palma, F. I., Bozzano, G., Principi, S., Isola, J. I., Ormazabal, J. P., et al. (2021) Geomorphology and sedimentary processes on the Sloggett Canyon, Northwestern Scotia Sea, Argentina. Journal of South American Earth Sciences, 107(4):1-17.
Martin, J., Schloss, I., Malits, A., Flores Melo, X., Iachetti, C., Latorre, M., Alder, V., Bértola, G., Olguín Salinas, H., Capitanio, F., Spinelli, M. (2020). El Banco Burdwood. Un oasis sumergido en el Atlántico Sur. Colección La Lupa, https://www.coleccionlalupa.com.ar/index.php/lalupa/article/view/80
Doctor en Ciencias Biológicas por la Universisdad de Buenos Aires. Investigador Principal del CONICET en el Centro Austral de Investigaciones Científicas. Coordinador Científico de Areas Marinas Protegidas Australes.